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Las fobias y su tratamiento en psicoterapia
La fobia se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado
hacia los insectos (entomofobia), lugares cerrados (claustrofobia), lugares abiertos (agorafobia),
fobias sociales, a la gente (antropofobia), etc.
Las reacciones de las personas que padecen algún tipo de fobia,
generalmente parecen irracionales a otras personas e incluso al propio afectado, aunque nada puede hacer,
y en casi todos los casos, condiciona su vida.
Condiciona dónde vivir, a dónde ir, y algunas veces, como en el caso de
la fobia social (antropofobia) invalida vivir en comunidad.
Todo tipo de fobia genera fuertes niveles de ansiedad en las personas
que la padecen e inducen a conductas de evitación de la situaciún temida.
Estos estados fóbicos, en un aspecto psicofisiológico, se manifiestan con:
· sudoración de manos o cuerpo,
· tensión muscular exagerada,
· sensación de cansancio,
· dolores de cabeza, estómago, vómitos, diarreas,
necesidad constante de orinar, taquicardias, etc.
Una fobia social tiene detrás un gran sentimiento de timidez e inhibición.
Son personas muy sometidas a la opinión ajena, les importa demasiado la opinión
que tengan de ellos. Se deprimen cuando perciben una opinión desfavorable de los demás
sobre ellos. Se sienten inseguros, lo que les hace ser desconfiados, y sufren una intensa
angustia y ansiedad que a veces pueden tratar de aliviar con ingesta de alcohol
o cualquier otra sustancia que logre paliar ese nivel de ansiedad y desinhibirles,
aunque sea, lógicamente, de forma momentánea.
La psicoterapia, conducida por un psicoterapeuta, psicólogo o psiquiatra, es imprescindible para ayudar en este sufrimiento, puesto que,
detrás de toda fobia hay una ansiedad básica que responde a un trastorno
de soledad y desamparo que se desarrolló en la infancia frente al medio ambiente al que
se sintió hostil.
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Sobre las fobias y su tratamiento en terapia (versión pdf)
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